Parece que fue ayer cuando aquel pequeñajo con gafas y algún que otro michelín apareció por la piscina para iniciarse en esto de la pelota mojada. Rondaba el año 2010. Ahora es alto, fuerte y está a punto de entrar en la Universidad.
Queremos dedicarle estas líneas a un jugador muy de club como es Andrés Talamantes Hernández (1997) y felicitarlo por aprobar recientemente el curso de “árbitro de waterpolo”. A partir de ahora ya no solo lo veremos en bañador por las piletas, si no también vestido todo de blanco.
¡Enhorabuena campeón!